LUIS EDUARDO ECHEVERRY
Querido Luis Eduardo la
muerte nos ha separado y estamos muy tristes por tu partida. Te damos gracias
por ser ese líder, maestro, amigo, rector, secretario de educación que estuvo
con nosotros en todo momento apoyándonos, que caminó y nos llevó de la mano
buscando la excelencia. Gracias por que has dejado una huella imborrable en
todos nosotros. Gracias por inspirarnos y motivarnos cada día a ser mejores, a
luchar por nuestros ideales, a ser felices.
Son muchas las experiencias
y recuerdos hermosos que hoy podríamos evocar en homenaje a este gran hombre
que tuvimos la fortuna de conocer, querer, admirar y respetar.
Vimos como convertiste
siempre nuestro colegio en un grato y placentero lugar de trabajo y de estudio,
pero también de charlas, bromas, alegrías y reflexiones en nuestras tertulias.
Nada nos fue difícil
teniéndote cerca como rector, compañero y más que todo como amigo. Siempre
estuviste cerca con tus consejos, enseñanzas y tus palabras tranquilizadoras y
amables cuando teníamos algún inconveniente con los padres o estudiantes.
Te recordaremos siempre
será entonces como si nunca te hubieras ido, te veremos siempre en cada rincón
de nuestro colegio, permanecerás en nuestras memorias y en nuestros corazones,
reviviremos día a día cada una de las anécdotas e historias compartidas durante
tantos años y tendremos presente la expresión que tanto te gustaba “profesores
felices, niños felices”.
En el cielo debes estar
muy tranquilo pues te fuiste con la satisfacción del deber cumplido y la misión
que tuviste aquí, la cumpliste a cabalidad.
Gracias Dios por
habernos permitido conocerlo y disfrutar de su compañía. Descansa en Paz
querido Luis Eduardo y gracias, por tanto, tanto.
YANET SANABRIA
Docente de Transición